Actividad 2.2
Foro: "La aventura de ser maestro"
El pedagogo José Manuel Esteve, nos describe de manera sorprendente y nos ayuda a reflexionar sobre nuestro quehacer docente.
De las cuatro partes de la que se componen su lectura, yo me identifiqué en todas ellas, en los aspectos positivos, ambiguos y negativos de cada etapa de mi actividad docente. Desde la ambivalencia en la profesión de la enseñanza, hasta el orgullo de ser profesor.
Lo que yo recuerdo de mis maestras en el nivel preescolar, siempre estuvo unido al juego, a la risa, al canto, al baile, pero sobre todo a la convivencia con mis maestras y con mis compañeros dentro del salón de clase. En este punto me identifico con mis maestras al tratar de hacer una clase que no sea "aburrida". Aunque algunas veces por más que lo intento, no lo logro.
Con lo que respecta a mi escuela primaria, es muy diferente según el grado escolar que me tocó pasar, en primer año, la sorpresa de aprender a leer, en segundo año, el avance en la memorización de las tablas de multiplicar. En tercer y cuarto año, la severidad y responsabilidad que debíamos tener todos en el grupo, demostrando el conocimiento de forma ordenada, pero también con castigos y hasta con golpes en las manos por no obedecer las indicaciones de la maestra. Esto me ayudó a mí, a tratar de mejorarme como alumna y en ese entonces también gané el tercer lugar de aprovechamiento en clase. Aunque, me hizo sentirme triste y al mismo tiempo enojada de mi proceder. En quinto y sexto año, fueron años de rebeldía y algunas veces de pereza por parte mía, pero las maestras de esos grados faltaban mucho y platicaban con otras maestras en otros salones y no permanecían con nosotros dentro del salón de clases.
En la secundaria fue un cambio radical, pero excelente, porque la oportunidad de tener diferentes maestros por asignatura era un reto, y muchas formas de tratos diferentes por cada maestro. Esto, también sucedió en preparatoria. Lo que me sucedió, me dice que los alumnos a veces les cuesta trabajo relacionarse con sus profesores de las diferentes materias, porque cada uno es diferente y cada cual le exige, "cómo si fuera el único". A mí me ayudo a tratar de organizarme más en mis tareas y trabajos, pero me dio la oportunidad de comparar a mis maestros y decir quién para mi, eran los mejores y porque. Yo, tengo muchas cosas de mis maestros dentro de las actitudes que ellos tenían conmigo. Me doy cuenta de ello y trato de cambiar lo que no funciona y mejorar, pero vienen dudas de sí, ¿estaré haciendo las cosas bien? O ¿solo soy repetición de algunas actitudes de los que fueron mis maestros de secundaria y preparatoria?
En la universidad, las cosas cambiaron, porque el maestro era solo gestor de mi aprendizaje, era coordinador, era líder, pero la responsabilidad estaba en mí y en los compañeros de clase. Con lo que respecta a esta modalidad de enseñanza, primero la critiqué, porque estaba acostumbrada solo a recibir y a tratar de hacer lo que el maestro pidiera. En ocasiones vi al maestro, como que no estaba cumpliendo su papel social. Pero me di cuenta conforme pasaba el tiempo que la responsabilidad es mía y que solo tenía que trabajar, de forma individual, por equipos y grupal para realizar investigaciones que iban dirigidas a aprender a aprender.
Lo único que podría criticar a esta modalidad, es que no tenía ninguna preparación para ella y fue como un "balde de agua helada" al principio, pero después un gran aprendizaje, de retomar, participar y hacer.
Me gustaría retomar algunas cosas que yo practiqué en la universidad, pero hasta la fecha no he podido lograrlo, en su totalidad, como lo realizamos ahí, aunque he tenido gratas experiencias al dejar a mis alumnos en libertad de ver el tema desde su propia perspectiva dándoles elementos para que ellos investiguen.
Para finalizar mis comentarios sobre el tema, mencionaré que tengo actitudes y formas de enseñanza que mis maestros tuvieron conmigo, pero estoy tratando de mejorar o quitar lo que ya no sirve y de rescatar lo que ayude en el proceso de enseñanza aprendizaje.